Queridos hermanos,
Comenzamos el mes de mayo, un mes dedicado especialmente a María. ¡Que no se nos pase un día en que no nos acordemos de ella y, así como cuando de pequeños llevamos flores a aquel sencillo
altar que se montaba en nuestra aulas, hagamos a María la ofrenda diaria de nuestra oración! ¡Que en este año de la Fe, contemplemos a María, reflexionemos sobre sus virtudes y nos miremos en
ella como ante un espejo, que ella que es modelo de Fe nos aliente en el camino y nos ayude a crecer!